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          Neumáticos Run-flat.


          Imparable.

          Neumáticos Run-flat.

          Diga adiós al cambio de neumático en el arcén. Gracias al refuerzo especial de los flancos, los neumáticos antipinchazos de serie del BMW Serie 3 Berlina pueden recorrer 150 km después de pinchar. Pero las ventajas no acaban aquí. Ya no hace falta llevar rueda de repuesto, con lo que se reduce el peso y se libera espacio en el maletero en todos los viajes. Además, el indicador de presión de los neumáticos de serie (TPI) avisa al conductor cuando se produce una caída de la presión.

          Run Flat: Kilómetros y kilómetros sin aire

          Aunque hace muy pocos años era un término desconocido, este anglicismo se ha abierto camino en el sector del neumático, convirtiéndose en la promesa de futuro más probable, al menos a medio plazo. Esta esperanza, junto con la adopción del Run Flat por algunos fabricantes de vehículos como BMW, Audi o Renault en sus gamas altas, es la que ha llevado a que prácticamente la totalidad de los fabricantes de neumáticos, ya sean grandes o pequeños, hayan lanzado algún neumático con tecnología Run Flat, sobre todo en su versión de flancos autoportantes.

          Hace tan sólo una década, la palabra "run flat" prácticamente tan sólo era conocida por algunos expertos del sector del neumático y por ingenieros de desarrollo. Por supuesto, algunas marcas habían intentado hacer sus pinitos en la difícil labor de luchar contra el pinchazo y el reventón, pero todo había quedado en el típico prototipo que nunca vería la luz salvo en los salones del automóvil o en un modelo más testimonial que comercial.

          Sin embargo, desde hace un par de años el anglicismo Run Flat ha entrado ya de pleno derecho en nuestras vidas, y prácticamente todas las marcas de neumáticos disponen ya de algún neumático con prestaciones run flat.

          Sobre la dimensión del fenómeno no hay mucha unanimidad en la comunidad fabricante. Así, Michelin opina que "En el último año en España el mercado de neumático Run Flat representa el 0,15% del mercado total de neumático de turismo", y continúa "La problemática que induce este tipo de solución en la actualidad (confort y resistencia al rodamiento) no parece que vaya a revolucionar el mercado, pero se estima que puede llegar a representar el 8 % de las ventas de neumáticos en Europa de aquí al 2010".

          Bridgestone, por su parte, considera que "La venta de neumáticos RFT en el mercado de reposición, crece a un ritmo acumulativo del 200%. El 35% de las ventas, se produce a través de los concesionarios de vehículos"; y además que "Nuestra estimación de desarrollo de este tipo de neumáticos sea del 100% en 10 años en EO, tardando un poco más en Reposición debido al parque de vehículos".

          Entre ambos se encuentra Goodyear, que cree que "El futuro del neumático pasa por la consolidación durante los próximos años del RunOnFlat. Es el presente y el futuro del sector. En el mercado alemán, que va un poco por delante, los neumáticos antipinchazo ya tienen su peso en la industria neumatiquera. Hasta el año pasado, el mercado run flat todavía era bastante pequeño, pero está creciendo, incluso en España".

          ¿Antipinchazos?

          En realidad, aunque sea la forma más sencilla de traducir al castellano, los neumáticos Run Flat no son neumáticos antipinchazos, sino neumáticos que pueden rodar pinchados y dilatar en el tiempo el momento de su reparación o sustitución.

          La principal ventaja de este sistema, sobre todo para los fabricantes de vehículos, reside en que permite la eliminación de la rueda de repuesto y las posibilidades de ahorro de peso y aumento de la habitabilidad interior del neumático.

          Dentro de ETRO (Organismo Europeo de Normalización para los Neumáticos), los fabricantes han consensuado que los neumáticos Run Flat puedan rodar 80 Km con presión cero a una velocidad máxima de 80 km/h. (el desarrollo tecnológico probablemente permitiría más kilómetros y más velocidad, pero podría comprometer la seguridad del vehículo).

          Otra de las principales ventajas del Run Flat reside en la seguridad que aporta, ya que el conductor no pierde nunca el control del vehículo. Este aumento de seguridad tiene su contrapartida en la necesidad de montar un sistema de monitorización de la presión, que avise al conductor de la anomalía producida, y adopte las medidas adecuadas hasta la parada en un punto de reparación. Este es un punto extremadamente importante, ya que por vez primera, la inclusión en el tablero de mandos de algún sistema que refleja el estado de los neumáticos, ha conseguido que el usuario sea consciente en todo momento de la existencia de los mismos, con lo que aumentará su atención sobre su mantenimiento y el momento de la sustitución.

          Hasta aquí, los fabricantes mantienen más o menos opiniones similares. La disparidad comienza en la elección del sistema Run Flat adoptado y continúa con todo el proceso.

          Controversia

          Básicamente, existen dos sistemas Run Flat en el mercado: el de anillo autoportante, tipo Pax System de Michelin o anillo de Bridgestone; y el de flancos autoportantes, adoptado por todos los fabricantes (incluidos los dos anteriores) y que por el momento parece que triunfa sobre el anterior, debido fundamentalmente a que no requiere una llanta especial para su montaje.

          A partir de aquí, la diferenciación aumenta: Michelin y Goodyear recomiendan montar Run Flat sólo en vehículos adaptados a este sistema (que tengan llantas EH2 y con suspensiones adaptadas), mientras que Continental y Bridgestone opinan que se puede montar en cualquier vehículo que lleve sensores de presión.

          Otro tema polémico es el de la reparación del Run Flat. Según un reciente acuerdo de ETRO, se puede reparar los neumáticos si pasan un riguroso control del estado de la carcasa. Pero aquí surge un problema de responsabilidad, ya que con la inspección visual actual es imposible determinar el estado de las capas interiores de la carcasa. Así, Michelin, Bridgestone, Continental, Yokohama y Pirelli aconsejan no repararlos, mientras que Goodyear piensa que no existe ningún problema.

          Otro punto de controversia reside en los inconvenientes del Run Flat frente a los convencionales: su mayor peso y su reducción de confort, al ser los flancos mucho más duros, así como el aumento del consumo de combustible por su mayor resistencia a la rodadura. En estos casos, es Michelin el más preocupado por estos aspectos, sobre todo en primer equipo, mientras que los demás se dejan dominar más por el entusiasmo.

          En lo que sí hay una gran unanimidad es la necesidad de una red suficientemente formada e informada. De esta manera, todos los fabricantes han puesto manos a la obra para poner en marcha programas de formación, que permitan a los operarios manejar a la perfección estos neumáticos e informar adecuadamente a los usuarios.

          Futuro

          El futuro tecnológico del neumático y su evolución es un tema, por el momento, incierto. Las apuestas más arriesgadas las está realizando Michelin con dos propuestas que obligarían incluso a cambiar el nombre del neumático: al no necesitar aire para rodar, habría que buscar un nuevo término para designarlo.

          Nos estamos refieriendo a los dos ejercicios futuristas Tweel y Airless. Ambos tienen en común que es imposible pinchar con ellos.

          El primero de ellos es una banda de rodadura que se une a la llanta mediante radios flexibles de caucho. El segundo, es un esqueleto radial deformable, que cumple las funciones de carcasa sin aire.

          Run Flat para mujeres

          Según la encuesta RunOnFlat de Goodyear el 94% de las conductoras afirma que se sentirían más seguras con unos neumáticos RunOnFlat en su coche (sería su primera elección). Y no es para menos pues las ventajas que estos neumáticos aportan son las siguientes:

          No hay que volver a preocuparse más por un pinchazo en una autopista.
          No habrá más pérdida de control del coche debido a un pinchazo.
          No habrá riesgo de agresión física en una autopista por la noche.
          No habrá que preocuparse de tener que esperar a que llegue ayuda.
          Sigue conduciendo hasta llegar a casa, a un taller o un lugar seguro.
          Se acabó tener que llevar una rueda de repuesto.
          No habrá que cambiar el neumático y ensuciarse las manos o la ropa.
          No habrá que preocuparse por llevar rueda de repuesto con el consecuente aumento de especio en el maletero.
          No perderás el control del coche al sufrir un pinchazo.


          10 de Junio de 2003

          NEUMATICOS RUN FLAT
          El coche dice adiós a la quinta rueda



          En sus inicios fueron algo privativo de los vehículos más lujosos y, por supuesto, más caros, sin embargo, poco a poco los neumáticos antipinchazos han ido llegando a los vehículos de gran serie, como es el caso del Mégane Scénic II.

          FERNANDO I. LIZUNDIA

          Prometen ser una de las grandes contribuciones a la seguridad en carretera. Ayudarán a evitar los atropellos en situaciones de baja visibilidad y convertirán en cosa del pasado la tediosa tarea de tener que detenerse al borde de la carretera para cambiar una rueda pinchada. Su nombre genérico es run flat y son los neumáticos antipinchazos que permiten rodar varios cientos de kilómetros a 80 kilómetros por hora sin deteriorarse ni comprometer la seguridad del vehículo tras haber perdido todo el aire. Inicialmente ofrecidos por Goodyear y Pirelli, fue Michelin quien mejoró la fórmula con su sistema PAX, adoptado por los principales fabricantes. Mercedes, BMW, Audi, Rolls Royce, Chevrolet o Ferrari han adoptado estas cubiertas, que ahora también llegan a vehículos quizá no tan glamourosos, como es el caso del Renault Mégane Scénic II.

          Cambiar una rueda al borde de una carretera concurrida es un deporte de riesgo. Las estadísticas demuestran que el simple hecho de detener el vehículo en el arcén de una autopista, cualquiera que sea la razón para ello, equivale a desafiar al destino. En la década de los 90, tras una trágica serie de atropellos ocurridos en las autopistas británicas con un doloroso balance de muertos y heridos graves, las autoridades de aquel país instaban desde la televisión a sus compatriotas a que, en caso de detención inevitable, abandonaran el vehículo y también la autopista.

          Pero, ¿qué se puede hacer en caso de pinchazo? La verdad es que más bien poco. Proseguir la marcha significa, por un lado, perder dinero. Tras unos pocos kilómetros circulando sin presión, el neumático y la llanta sufrirán daños irreparables y tendrá que ser sustituido. Pero, además, la cubierta de un neumático pinchado puede desprenderse de la llanta, lo cual hará que el coche se vuelva poco menos que ingorbernable, sobre todo si es una de las ruedas delanteras.

          Circular lentamente para evitar que esto suceda también entraña riesgos, ya que se pueden producir colisiones por alcance, además de maniobras bruscas para evitar tal eventualidad. Visto así, parece que no hay salida, ya que si una solución es mala, la otra parece aún peor. Pero, en realidad, si las hay: los neumáticos antipinchazos, también conocidos como run flat, capaces de rodar sin aire y, más difícil aún, sin deteriorarse fatalmente y sin comprometer la seguridad de los ocupantes del vehículo afectado.

          Entre los pioneros en desarrollar este tipo de cubiertas figuran la estadounidense Goodyear, con sus sitema Extended Mobility Tire (EMT), y la italiana Pirelli, que lanzó los P-Zero. Estos neumáticos contaban con flancos reforzados, capaces de soportar el peso del vehículo incluso en caso de pérdida total de presión. Sin embargo, tal sistema tiene sus inconvenientes, al ser más pesados que los neumáticos normales, estas cubiertas someten a las suspensiones y a la dirección a un trabajo extra. Además, no digieren bien los firmes irregulares.

          Unos años más tarde, en 1996, Michelin presentó su sistema PAX. Este consiste en una banda de rodadura de caucho montada directamente sobre la llanta que, a su vez, recibe el neumático. En caso de pérdida de presión, la cubierta se apoya sobre la citada banda de goma y puede seguir rodando sin grave deterioro de la estabilidad y sin pérdida de dirección. Además, el PAX puede circular sin problema sobre terreno deteriorado, ya que la forma del neumático y de la llanta evitan que ambas pierdan contacto y se desllante. El PAX también cuenta con un medidor de presión en cada rueda, que advierte al conductor de la pérdida de aire en cualquiera de ellas.

          Inicialmente, este sistema tan sólo se montó en los vehículos más exclusivos. Mercedes-Benz, una de las pioneras en este terreno, eligió los run flat para equipar a sus vehículos de la Clase S. A medida que ha ido transcurriendo el tiempo, estos neumáticos han ido equipando, bien de serie o bien como opción, a otros vehículos de esta casa alemana. También por razones obvias —la falta de espacio para una rueda de repuesto—, la firma de Stuttgart decidió equipar con estos neumáticos a los vehículos del otro extremo de su gama: los liliputienses Smart.

          Del Roll Royce al Mini

          Ésta fue, asimismo, la razón que llevó a la también alemana BMW a elegir este tipo de neumáticos para sus deportivos descapotables Z4 y Z8. En fechas más recientes, el grupo bávaro también ha elegido los run flat como equipo de serie para los hiperexclusivos Rolls Royce Phantom.

          Al igual que hizo Mercedes, BMW también equipó con estos neumáticos a algunas versiones del Mini, como es el caso de los Cooper S, ya que sus maleteros no podían acoger un neumático de gran sección y seguir mereciendo tal nombre.

          Razones similares son las que han llevado a la gran mayoría de los fabricantes de vehículos deportivos de lujo a adoptar los run flat como equipo de serie, o recomendado, de sus vehículos. Este es el caso de Ferrari, de Lamborghini o de Chevrolet, con sus Corvette, por citar sólo algunos ejemplos.

          De hecho, tras los acuerdos alcanzados por Michelin con otras marcas de neumáticos —como Goodyear, Bridgestone o Pirelli— la mayoría de ellas ya han comenzado a producir series enteras de cubiertas adaptadas a este estándar. Como ejemplos se pueden citar los Potenza RE050 de Bridgestone o los Pirelli Eufori@, destinados ambos a vehículos de altísimas prestaciones.

          Pero este tipo de avances, como ha sucedido con tantas otros sistemas de seguridad del automóvil, ya ha dejado de ser algo privativo de la elite y ha comenzado a llegar a los vehículos producidos en grandes series. Este es el caso del nuevo Renault Scénic II, que lo ofrecerá como equipo opcional cuando este novedoso monovolumen comience a comercializarse, a partir del próximo 20 de junio. Otras marcas, como Alfa Romeo, prefieren rellenar los neumáticos con espuma autosellante y conectarlas a un compresor instalado en el hueco de la rueda de repuesto.

          Bridgestone Run Flat



          Bridgestone define el futuro con sus neumáticos "Run flat"

          La preocupación por la seguridad en el vehículo es cada vez mayor. Después de los cinturones de seguridad, el ABS y el airbag, los fabricantes ahora están desarrollado nuevos sistemas de seguridad como el control de tracción y los sistemas de seguridad por control remoto.
          Otra técnica más reciente, que aparece como equipamiento opcional, es la utilización del sistema de presión de neumáticos por control remoto (TPMS), con una tendencia clara a generalizarse. Estrechamente unido a este avance, los neumáticos con tecnología Run Flat (RFT), serán posiblemente el siguiente paso en lo que a seguridad se refiere.


          Bridgestone ha sido pionero en la Tecnología Run Flat, equipando ya en 1986 el Porsche 959 con neumáticos RFT. Desde entonces, Bridgestone ha seguido trabajando para perfecionar dicha tecnología y sumistrar dichos neumáticos como equipo de origen de los últimos modelos de importantes marcas del sector: BMW Z8, Lexus SC430 y BMW Serie 7. En 2003, el BMW Z4 (izquierda) y el BMW Serie 5 iban equipados 100% equipped con la versión RFT del nuevo neumático insignia de Bridgestone, el Potenza RE050.

          Seguridad y confort, claves de la tecnología RFT

          No es difícil entender por qué los fabricantes, cada vez más, incluyen como equipamiento original en sus nuevos coches neumáticos RFT. La primera ventaja es que si un vehículo sufre una rápida perdida de presión en el neumático, los RFT permiten al conductor mantener el control, evitando una situación de riesgo. En segundo lugar, los neumáticos RFT permiten al conductor eludir la situación de riesgo, continuando la marcha, y evitando el peligroso hábito de conducir lentamente sobre el arcén de la carretera.

          RFT también proporciona un mayor confort y una serie de ventajas al conductor.
          Dentro de la velocidad especificada y de los límites de distancia (típicamente 80 kilómetros por hora para 80 kilómetros), el conductor puede completar su recorrido o trasladarse hasta la siguiente estación de servicio estimada, sin preocuparse por cambiar el neumático. Una ventaja adicional es que RFT por lo general ahorra peso, al eliminarse la necesidad de llevar un neumático de recambio. El espacio libre que se deja, gracias a la eliminación de la rueda de repuesto, ofrece más oportunidades a los fabricantes de coches en el diseño o bien aporta más espacio de almacenamiento en el vehículo
          El sistema (TPMS) es obligatorio para todos los equipos de RFT.

          Bridgestone destaca por su tecnología "Run flat"

          La tecnología "Run flat" se centra básicamente en la rigidez y en la resistencia al calor, para que el neumático pueda soportar el peso del vehículo, incluso cuando no tenga aire. Los nuevos Potenza Re050 RFT afrontan este desafío con una combinación de diseño y componentes, que optimizan la posición, la forma y las características físicas de cada neumático:
          - El flanco es construido con un caucho de goma reforzado, llevando el peso del vehículo en presión cero;
          - Mientras que la configuración de la forma no cambia, por eso los neumáticos RFT de Bridgestone son compatibles con los llantas convencionales, los bead wire son más amplias y están más reforzados, asegurando una colocación correcta en la llanta, incluso con la presión a cero, y se usa un relleno de bead especial de baja generación de calor.