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          Qué hacer con los neumáticos usados

          Qué hacer con los neumáticos usados

          Los talleres deben aceptar los neumáticos fuera de uso y los productores gestionar su correcto tratamiento medioambiental

          La ley prohíbe hoy en día el abandono de los neumáticos fuera de uso (NFU), para evitar su impacto en el medio ambiente y reaprovecharlos como materia prima. Por lo tanto, los consumidores no pueden desprenderse de sus neumáticos usados de cualquier manera. El proceso más habitual consiste en realizar el cambio de neumáticos en un taller, cuyos responsables tienen que aceptar los viejos y entregárselos a un gestor autorizado para su correcto tratamiento medioambiental. Ahora bien, el consumidor paga por cada nuevo neumático un pequeño importe para cubrir los gastos que suponga su gestión en el futuro.

          • Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
          • 30 de octubre de 2008

          - Imagen: Julie Elliott-Abshire -

          Los NFU son un residuo no biodegradable que abandonado en el medio ambiente provoca un impacto visual desagradable y una pérdida de espacio aprovechable. Asimismo, su apilado en la naturaleza puede convertirse en un foco de contaminación y de diseminación de plagas y enfermedades. En caso de ser quemados, estos residuos pueden provocar diversos efectos no deseados, como la emisión a la atmósfera de gases y partículas nocivas.

          Por ello, el Real Decreto 1481/2001 prohíbe, desde el 1 de enero de 2003, la eliminación (como vertido o mediante la incineración sin recuperación energética) de NFU enteros y, desde el 1 de enero de 2006, la de los NFU troceados. Las comunidades autónomas (CC.AA.), que cuentan con la competencia en materia de residuos, pueden sancionar a quienes realicen el vertido ilegal del neumático. El importe económico de la sanción depende de cada CC.AA., si bien puede ascender a varios miles de euros si se considera una infracción grave.

          El proceso de valoración tiene un precio, que se cubre con el "ecovalor" que paga el consumidor

          Los productores están obligados a responsabilizarse de la recogida y correcta gestión de tantos NFU como nuevos introduzcan anualmente en el mercado de reposición en toda España, tal y como indica el Real Decreto 1619/2005. Para efectuar este trabajo, y de paso reducir costes y garantizar el mejor servicio posible, los productores tienen la posibilidad de agruparse en sistemas integrados de gestión (SIG). En el caso de los residuos de neumáticos, SIGNUS es el principal SIG, creado por iniciativa de los actores más importantes del sector de los neumáticos.

          En la actualidad, la gran mayoría de los NFU gestionados por SIGNUS acaba en alguna de las múltiples vías de valorización, como apunta Isabel López-Rivadulla, responsable de comunicación de SIGNUS: suelos de seguridad de parques infantiles o geriátricos, mezclas bituminosas para elasfaltado de carreteras, capas de drenaje en vertederos, balsas de retención de aguas pluviales, combustibles de sustitución en acerías y en cementeras, entre otras.

          Qué le cuesta al consumidor esta gestión

          - Imagen: John Nyberg -

          Los responsables de SIGNUS aseguran que, a pesar del valor de reutilización de una parte de los neumáticos usados y del valor comercial positivo de los materiales que se obtienen a partir de su tratamiento, su recogida, transporte y transformación son deficitarios. Por ello, este proceso de valoración tiene un precio, que se cubre con el "ecovalor" que paga el consumidor y que equivale al coste completo que le supondrá a SIGNUS la correcta gestión medioambiental del neumático usado.

          Los consumidores pueden y deben exigir el máximo aprovechamiento en el tratamiento de los NFU, para lo que se establece la obligación legal de especificar en las facturas de venta de los neumáticos la repercusión del "ecovalor" en su precio final. Según el RD 1619/2005, los consumidores no pagan este coste por el neumático que dejan, sino por el que adquieren, para que una vez que se convierta en residuo se pueda gestionar adecuadamente.

          Los precios vigentes en 2008 del "ecovalor" (Impuesto sobre el Valor Añadido -IVA- e Impuesto General Indirecto Canario -IGIC- no incluidos) son los siguientes:

          • Categoría A: moto, scooter y derivados, 1,14 euros.
          • Categoría B: turismo, 1,77 euros.
          • Categoría C: camioneta, 4x4 todoterreno, neumático de manutención pequeño y macizo, igual o menor que 12", y agrícola igual o menor que 16" o igual o menor que 21", si su ancho es igual o menor que 7,5", 3,52 euros.
          • Categoría D: camión, agrícola mayor que 16" e igual o menor que 21", obra pública igual o menor que 16,5", neumático de manutención ligera mayor que 12" e igual o menor que 15", 11,12 euros.
          • Categoría E: agrícola mayor que 21" e igual o menor que 30" más estrechos, obra pública mayor que 16,5" y menor o igual que 24", y manutención mayor que 15" e igual o menor que 24" y macizo de 15", 20,14 euros.
          • Categoría F: agrícola mayor que 30", obra pública de 25" y ancho igual o menor que 17,5 - 25" y macizo mayor que 15" y menor o igual que 24", 35,88 euros.

          Estos precios han experimentado una reducción de un 14,8% con respecto a los del año pasado, gracias a la correcta gestión y optimización de recursos, según López-Rivadulla. En este sentido, desde SIGNUS se afirma que el gran potencial de los NFU permitirá más adelante compensar gran parte de sus costes y lograr grandes beneficios medioambientales derivados de aprovechar los materiales que componen el neumático como materias primas secundarias (materias que ya han pasado por un tratamiento). Por ello, explican, en la nueva Directiva Marco de Residuos que se encuentra en elaboración, el NFU es candidato a ser excluido de la lista de residuos.

          Neumáticos usados en España

          En 2007 se generaron en España unas 300.000 toneladas de neumáticos usados procedentes de su sustitución por otros nuevos o usados, así como provenientes de los desguaces al final de la vida útil de los vehículos. De todo ese volumen, los productores que en la actualidad están adheridos a SIGNUS representaron aproximadamente el 69%, es decir, unas 207.000 toneladas.

          Durante 2007, SIGNUS recogió 213.542 toneladas de neumáticos, un 3,2% por encima de su obligación legal. Del total de estas toneladas gestionadas por SIGNUS, el 91,5% fue destinada a valorización y el 8,5% a reutilización (recauchutado y venta de segunda mano), cumpliendo de este modo con lo que marca la ley de lograr el cien por cien de valorización y reutilización del residuo.

          Del resto, 40.000 toneladas eran responsabilidad de los productores de vehículos, 12.000 de importadores de neumáticos usados y 41.000 de otros importadores de neumáticos nuevos que no se encuentran en SIGNUS.

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          Qué hacer con los neumáticos usados

          Qué hacer con los neumáticos usados

          Los talleres deben aceptar los neumáticos fuera de uso y los productores gestionar su correcto tratamiento medioambiental

          La ley prohíbe hoy en día el abandono de los neumáticos fuera de uso (NFU), para evitar su impacto en el medio ambiente y reaprovecharlos como materia prima. Por lo tanto, los consumidores no pueden desprenderse de sus neumáticos usados de cualquier manera. El proceso más habitual consiste en realizar el cambio de neumáticos en un taller, cuyos responsables tienen que aceptar los viejos y entregárselos a un gestor autorizado para su correcto tratamiento medioambiental. Ahora bien, el consumidor paga por cada nuevo neumático un pequeño importe para cubrir los gastos que suponga su gestión en el futuro.

          • Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
          • 30 de octubre de 2008

          - Imagen: Julie Elliott-Abshire -

          Los NFU son un residuo no biodegradable que abandonado en el medio ambiente provoca un impacto visual desagradable y una pérdida de espacio aprovechable. Asimismo, su apilado en la naturaleza puede convertirse en un foco de contaminación y de diseminación de plagas y enfermedades. En caso de ser quemados, estos residuos pueden provocar diversos efectos no deseados, como la emisión a la atmósfera de gases y partículas nocivas.

          Por ello, el Real Decreto 1481/2001 prohíbe, desde el 1 de enero de 2003, la eliminación (como vertido o mediante la incineración sin recuperación energética) de NFU enteros y, desde el 1 de enero de 2006, la de los NFU troceados. Las comunidades autónomas (CC.AA.), que cuentan con la competencia en materia de residuos, pueden sancionar a quienes realicen el vertido ilegal del neumático. El importe económico de la sanción depende de cada CC.AA., si bien puede ascender a varios miles de euros si se considera una infracción grave.

          El proceso de valoración tiene un precio, que se cubre con el "ecovalor" que paga el consumidor

          Los productores están obligados a responsabilizarse de la recogida y correcta gestión de tantos NFU como nuevos introduzcan anualmente en el mercado de reposición en toda España, tal y como indica el Real Decreto 1619/2005. Para efectuar este trabajo, y de paso reducir costes y garantizar el mejor servicio posible, los productores tienen la posibilidad de agruparse en sistemas integrados de gestión (SIG). En el caso de los residuos de neumáticos, SIGNUS es el principal SIG, creado por iniciativa de los actores más importantes del sector de los neumáticos.

          En la actualidad, la gran mayoría de los NFU gestionados por SIGNUS acaba en alguna de las múltiples vías de valorización, como apunta Isabel López-Rivadulla, responsable de comunicación de SIGNUS: suelos de seguridad de parques infantiles o geriátricos, mezclas bituminosas para elasfaltado de carreteras, capas de drenaje en vertederos, balsas de retención de aguas pluviales, combustibles de sustitución en acerías y en cementeras, entre otras.

          Qué le cuesta al consumidor esta gestión

          - Imagen: John Nyberg -

          Los responsables de SIGNUS aseguran que, a pesar del valor de reutilización de una parte de los neumáticos usados y del valor comercial positivo de los materiales que se obtienen a partir de su tratamiento, su recogida, transporte y transformación son deficitarios. Por ello, este proceso de valoración tiene un precio, que se cubre con el "ecovalor" que paga el consumidor y que equivale al coste completo que le supondrá a SIGNUS la correcta gestión medioambiental del neumático usado.

          Los consumidores pueden y deben exigir el máximo aprovechamiento en el tratamiento de los NFU, para lo que se establece la obligación legal de especificar en las facturas de venta de los neumáticos la repercusión del "ecovalor" en su precio final. Según el RD 1619/2005, los consumidores no pagan este coste por el neumático que dejan, sino por el que adquieren, para que una vez que se convierta en residuo se pueda gestionar adecuadamente.

          Los precios vigentes en 2008 del "ecovalor" (Impuesto sobre el Valor Añadido -IVA- e Impuesto General Indirecto Canario -IGIC- no incluidos) son los siguientes:

          • Categoría A: moto, scooter y derivados, 1,14 euros.
          • Categoría B: turismo, 1,77 euros.
          • Categoría C: camioneta, 4x4 todoterreno, neumático de manutención pequeño y macizo, igual o menor que 12", y agrícola igual o menor que 16" o igual o menor que 21", si su ancho es igual o menor que 7,5", 3,52 euros.
          • Categoría D: camión, agrícola mayor que 16" e igual o menor que 21", obra pública igual o menor que 16,5", neumático de manutención ligera mayor que 12" e igual o menor que 15", 11,12 euros.
          • Categoría E: agrícola mayor que 21" e igual o menor que 30" más estrechos, obra pública mayor que 16,5" y menor o igual que 24", y manutención mayor que 15" e igual o menor que 24" y macizo de 15", 20,14 euros.
          • Categoría F: agrícola mayor que 30", obra pública de 25" y ancho igual o menor que 17,5 - 25" y macizo mayor que 15" y menor o igual que 24", 35,88 euros.

          Estos precios han experimentado una reducción de un 14,8% con respecto a los del año pasado, gracias a la correcta gestión y optimización de recursos, según López-Rivadulla. En este sentido, desde SIGNUS se afirma que el gran potencial de los NFU permitirá más adelante compensar gran parte de sus costes y lograr grandes beneficios medioambientales derivados de aprovechar los materiales que componen el neumático como materias primas secundarias (materias que ya han pasado por un tratamiento). Por ello, explican, en la nueva Directiva Marco de Residuos que se encuentra en elaboración, el NFU es candidato a ser excluido de la lista de residuos.

          Neumáticos usados en España

          En 2007 se generaron en España unas 300.000 toneladas de neumáticos usados procedentes de su sustitución por otros nuevos o usados, así como provenientes de los desguaces al final de la vida útil de los vehículos. De todo ese volumen, los productores que en la actualidad están adheridos a SIGNUS representaron aproximadamente el 69%, es decir, unas 207.000 toneladas.

          Durante 2007, SIGNUS recogió 213.542 toneladas de neumáticos, un 3,2% por encima de su obligación legal. Del total de estas toneladas gestionadas por SIGNUS, el 91,5% fue destinada a valorización y el 8,5% a reutilización (recauchutado y venta de segunda mano), cumpliendo de este modo con lo que marca la ley de lograr el cien por cien de valorización y reutilización del residuo.

          Del resto, 40.000 toneladas eran responsabilidad de los productores de vehículos, 12.000 de importadores de neumáticos usados y 41.000 de otros importadores de neumáticos nuevos que no se encuentran en SIGNUS.

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          s2t2 -Los desconocidos neumáticos de invierno

          Los desconocidos neumáticos de invierno

          David Ayala

          El consorcio del caucho, compuesto por los cinco grupos de fabricantes de neumáticos de mayor importancia en España, está poniendo toda la carne en el asador para intentar que tanto autoridades como usuarios se conciencien del avance en seguridad que supondría utilizar neumáticos de invierno durante gran parte del año en muchos lugares de nuestra geografía.

           

          Al igual que muchos otros usuarios, mi percepción de los neumáticos de invierno era que la situación climática en España no requería su uso. Al igual que muchos otros usuarios estoy equivocado. Con una temperatura inferior a siete grados centígrados un neumático de invierno ofrece mejores prestaciones que un neumático estándar. Además, cuando existen condiciones de hielo, nieve o incluso sólo agua, también los neumáticos de invierno son una mejor opción que los "normales".

          Recuerdo que hace ya algunos añitos, principios de los ochenta, SEAT quiso sacar una versión especial del Ibiza en un blanco inmaculado que iría dotada de neumáticos de invierno. No pudo hacerlo, pues aquel modelo superaba los 180 km/h y las gomas disponibles no eran capaces de superar la homologación pertinente. Eran tiempos pasados, hoy en día existen neumáticos de invierno homologados hasta para 270 km/h.

           

          Otro "pequeño" detalle que desconocía era el hecho de que los neumáticos de invierno se pueden utilizar en sustitución de las cadenas. Es decir, que si un puerto sólo está abierto para coches con cadenas nosotros podemos pasar si llevamos neumáticos de invierno. Esta enorme ventaja en cuanto a confort se multiplica si pensamos en la seguridad, pues las prestaciones de adherencia de los neumáticos de invierno superan en mucho las ofrecidas por las cadenas en la inmensa mayoría de circunstancias.

          Me quedaban otras tres pegas que poner a este tipo de neumáticos: el precio, el almacenamiento de los que no uso y la, en principio, poca necesidad de los mismos en un territorio como España. En cuanto a la primera, resulta que los neumáticos de invierno son apenas más caros que los estandar, pero como se trataría de ir alternando su uso (sólo durante épocas frías mientras que el resto del año usas los estandar) dicha diferencia se ve compensada por la mejora en el confort y, sobre todo, en la seguridad.

          Por lo que se refiere al almacenamiento desconocía la posibilidad que existe actualmente de dejar los neumáticos en depósito (como si se tratara de un hotel) en algunos centros especializados, con lo que dicho centro se queda con los estandar hasta que vuelva a necesitarlos, momento en el que serán los de invierno los que queden almacenados.

          Y por último estaba el tema del clima y resulta que, una vez comprobadas las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, son varios los lugares en España en los que durante cinco meses la temperatura media es inferior a siete grados. Si añadimos a ellos los lugares en los que la publiosidad es cuantiosa así como el hecho cierto -y muy desconocido- de estar en el segundo país europeo en cuanto a altitud media, resulta que nuestra poca predisposición a usar neumáticos de invierno se justifica en... nada.

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          s2t2 -Los desconocidos neumáticos de invierno

          Los desconocidos neumáticos de invierno

          David Ayala

          El consorcio del caucho, compuesto por los cinco grupos de fabricantes de neumáticos de mayor importancia en España, está poniendo toda la carne en el asador para intentar que tanto autoridades como usuarios se conciencien del avance en seguridad que supondría utilizar neumáticos de invierno durante gran parte del año en muchos lugares de nuestra geografía.

           

          Al igual que muchos otros usuarios, mi percepción de los neumáticos de invierno era que la situación climática en España no requería su uso. Al igual que muchos otros usuarios estoy equivocado. Con una temperatura inferior a siete grados centígrados un neumático de invierno ofrece mejores prestaciones que un neumático estándar. Además, cuando existen condiciones de hielo, nieve o incluso sólo agua, también los neumáticos de invierno son una mejor opción que los "normales".

          Recuerdo que hace ya algunos añitos, principios de los ochenta, SEAT quiso sacar una versión especial del Ibiza en un blanco inmaculado que iría dotada de neumáticos de invierno. No pudo hacerlo, pues aquel modelo superaba los 180 km/h y las gomas disponibles no eran capaces de superar la homologación pertinente. Eran tiempos pasados, hoy en día existen neumáticos de invierno homologados hasta para 270 km/h.

           

          Otro "pequeño" detalle que desconocía era el hecho de que los neumáticos de invierno se pueden utilizar en sustitución de las cadenas. Es decir, que si un puerto sólo está abierto para coches con cadenas nosotros podemos pasar si llevamos neumáticos de invierno. Esta enorme ventaja en cuanto a confort se multiplica si pensamos en la seguridad, pues las prestaciones de adherencia de los neumáticos de invierno superan en mucho las ofrecidas por las cadenas en la inmensa mayoría de circunstancias.

          Me quedaban otras tres pegas que poner a este tipo de neumáticos: el precio, el almacenamiento de los que no uso y la, en principio, poca necesidad de los mismos en un territorio como España. En cuanto a la primera, resulta que los neumáticos de invierno son apenas más caros que los estandar, pero como se trataría de ir alternando su uso (sólo durante épocas frías mientras que el resto del año usas los estandar) dicha diferencia se ve compensada por la mejora en el confort y, sobre todo, en la seguridad.

          Por lo que se refiere al almacenamiento desconocía la posibilidad que existe actualmente de dejar los neumáticos en depósito (como si se tratara de un hotel) en algunos centros especializados, con lo que dicho centro se queda con los estandar hasta que vuelva a necesitarlos, momento en el que serán los de invierno los que queden almacenados.

          Y por último estaba el tema del clima y resulta que, una vez comprobadas las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, son varios los lugares en España en los que durante cinco meses la temperatura media es inferior a siete grados. Si añadimos a ellos los lugares en los que la publiosidad es cuantiosa así como el hecho cierto -y muy desconocido- de estar en el segundo país europeo en cuanto a altitud media, resulta que nuestra poca predisposición a usar neumáticos de invierno se justifica en... nada.

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          Salón de París: Michelin Active Wheel

          Salón de París: Michelin Active Wheel

          Michelin presenta en el Salón de París un concepto revolucionario dentro del mundo del automóvil: Active Wheel, algo así como una una motorización en miniatura y un sistema de suspensión eléctrica incorporados dentro de la rueda.

          No es la primera vez que oímos hablar de este planteamiento, pero sí es la primera vez que se muestra al público al natural. Una tecnología que, como afirma la propia compañía en su dossier de prensa, permitirá un replanteamiento completo del automóvil.

          La rueda integra no solamente el neumático y el sistema de frenos, sino que también y sobre todo integra el motor del vehículo, así como la suspensión eléctrica.

          (Pincha en la imagen para ampliarla)

          Según la potencia deseada y el tipo de uso que se busque, es posible combinar en un mismo vehículo cuatro motores (uno en cada rueda) o bien solamente dos (por ejemplo, dentro de las dos ruedas delanteras). De esta forma, Michelin Active Wheel mantiene la libertad de los fabricantes, que pueden continuar diseñando automóviles de dos o cuatro ruedas motrices.

          Con Michelin Active Wheel, la energía para alimentar el motor integrado en la rueda es siempre eléctrica. Puede venir de baterías (de ión-litio u otras), de una célula de combustible y/o de supercondensadores.

          Dos vehículos, también presentes en París, ya emplean el nuevo concepto de rueda desarrollado por Michelin: el Venturi Volage y el WILL. Y todo apunta de que en estos días se va a hablar mucho de ellos.

          Fuente: Michelin

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          Salón de París: Michelin Active Wheel

          Salón de París: Michelin Active Wheel

          Michelin presenta en el Salón de París un concepto revolucionario dentro del mundo del automóvil: Active Wheel, algo así como una una motorización en miniatura y un sistema de suspensión eléctrica incorporados dentro de la rueda.

          No es la primera vez que oímos hablar de este planteamiento, pero sí es la primera vez que se muestra al público al natural. Una tecnología que, como afirma la propia compañía en su dossier de prensa, permitirá un replanteamiento completo del automóvil.

          La rueda integra no solamente el neumático y el sistema de frenos, sino que también y sobre todo integra el motor del vehículo, así como la suspensión eléctrica.

          (Pincha en la imagen para ampliarla)

          Según la potencia deseada y el tipo de uso que se busque, es posible combinar en un mismo vehículo cuatro motores (uno en cada rueda) o bien solamente dos (por ejemplo, dentro de las dos ruedas delanteras). De esta forma, Michelin Active Wheel mantiene la libertad de los fabricantes, que pueden continuar diseñando automóviles de dos o cuatro ruedas motrices.

          Con Michelin Active Wheel, la energía para alimentar el motor integrado en la rueda es siempre eléctrica. Puede venir de baterías (de ión-litio u otras), de una célula de combustible y/o de supercondensadores.

          Dos vehículos, también presentes en París, ya emplean el nuevo concepto de rueda desarrollado por Michelin: el Venturi Volage y el WILL. Y todo apunta de que en estos días se va a hablar mucho de ellos.

          Fuente: Michelin

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